Y bajó el olentzero del monte.

Un año más nuestro carbonero no faltó a la cita con los niños de Artze y bajo de los montes para repartir cariño y regalos. Ada se quedó muy impresionada porque el olentzero le devolvió las cartas que dejamos en el monte para él y Noé al recibir los regalos se dió la vuelta y nos dijo: «que majo es el olentzero». La prima también tubo sus regalos y Mateo que estaba pasando estos días en la casa rural con sus padres también le dió regalos (es un chollo el olentzero, jeje).
El próximo año toca recobirle en nuestro pueblo, que se vaya preparando.